¿Por qué es clave formar a dinamizadoras en DSDR para mujeres migradas?
La formación de dinamizadoras en derechos sexuales y reproductivos (DSDR) es una estrategia esencial para fortalecer la autonomía, el liderazgo y la capacidad de incidencia de las mujeres migradas en sus comunidades. Estas formadoras no solo transmiten conocimientos, sino que también activan procesos de empoderamiento colectivo, rompen silencios y generan espacios seguros para el diálogo y la transformación.
En contextos marcados por el racismo estructural, la precariedad y la violencia institucional, las mujeres migradas enfrentan barreras múltiples para el ejercicio pleno de sus derechos. Por eso, contar con dinamizadoras que comprendan estas realidades desde una perspectiva feminista, interseccional y situada permite:
- Aproximar los DSDR a las experiencias migratorias, reconociendo las violencias específicas que atraviesan los cuerpos racializados y feminizados.
- Promover el acceso a información crítica y herramientas prácticas, que permitan a otras mujeres tomar decisiones informadas sobre su salud, sexualidad y maternidad.
- Fortalecer redes de apoyo y resistencia, que cuestionen el aislamiento y fomenten la organización comunitaria.
- Multiplicar saberes desde la educación popular, donde cada mujer es protagonista de su proceso de aprendizaje y transformación.
Esta formación es parte del programa ““Politizar los Derechos Sexuales de las Mujeres Migradas como ampliación del ejercicio de ciudadanía” en su segunda fase, financiado por el Instituto de las Mujeres (2025), creemos firmemente que formar dinamizadoras es sembrar semillas de autonomía, justicia y cuidado colectivo. Es apostar por una pedagogía que no solo informa, sino que transforma.